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domingo, 30 de septiembre de 2007

Bares de Caseros 1

¿Qué pasa que el cielo cada vez es mas chico? me pregunto mientras silbo un viejo tango oxidado.
Historia simple y sencilla. Sábado por la noche, volviamos de un encuentro coral, que por cierto estuvo bueno; primero esperar un bondi que nos llevara hasta Ramos Mejia para luego, desde ahi, tomar otro hasta Caseros. Las cosas comenzaban a suceder de formas extrañas, ¿viste que eso pasa a veces?, llegamos a la parada, un 181 esperando ahi como diciendo acá estoy, mucha cola, mucha gente; iba a ir hasta la manija, pero cuando nos tocaba subir a nosotros, vemos que en la parada de al lado llega un 343 (x 289), entonces, un segundo solo un segundo de duda, ¿subimos o tomamos el otro? la resolución fue rápida tomamos el otro nos decimos, nosotros llegamos mientras que el bondi se iba sin parar, ¿que hacemos volvemos al 181 o esperamos otros 343?, volvamos al 181 dijo alguien no se bien quien, volvimos a la primer parada, un bondi que hace señas y sigue, el tiempo seguía pasando, eran las 12 menos 5 cuando cuando subimos y nos sentamos en el fondo del colectivo, ¿podriamos haber comido algo por aca? me dice, lo mismo pensaba yo, le digo. Pero el destino es asi juega con otras cartas, asi que llegamos a caseros a las 12 y 20 más o menos, ¿vamos al Bar...Infierno?, vamos.
Nos sentamos afuera porque adentro había mucho olor a frito, pasaron 5 min y nadie venía a atendernos, nos miramos los tres, como extrañados, dije ¿no sera esa la moza o dueña? señalando una mujer que estaba sentada en una mesa dentro del local, con la cabeza inclinada hacia un costado y de espaldas a nosotros, botella de cerveza sobre la mesa y un trapo amarillo (esto fue lo que me hizo suponer que era la dueña), no sé contestaron, llego Fernan Miras (en realidad alguién que se parecia al Fernan Miras), entró y se sentó, iluso (pensé yo), al rato el tipo sale y nos pregunta ¿como es esto?, la verdad ni idea hace 10 minutos que estamos acá, Fernan vuelve a entrar y grita !!!Hola, Hola!!! no hay respuesta, se acerca a la mesa de la mujer y vuelve a gritar !!!hola...hola!!!, golpea la mesa, plum plum, la mujer levanta la cabeza, lo mira y balbucea algo, y vuelve a recostarse en el aire. El tipo sale y nos dice si van a esperar que los atienda van a estar 3 horas hasta que se le pase la mamua. Vamos nos decimos. No por nada tiene ese nombre el bar, "Bar Infierno", y pienso en la mujer como un alma en pena, que no puede salir del bar y que deberá repetir esta escena cada día en la eternidad.
Salimos del bar charlando sobre la situación recien vivida, uno dice volvamos a agarremos una cerveza, la tomamos y le dejamos la plata en la mesa de ella bajo la botella, nos cagamos de risa un par de cuadras. Vamos a la pizzeria, cerrada, vamos al barcito de la calle Belgrano, cartel pegado que dice cerrado, bueno ¿que hacemos? vamos a Poi, el único lugar abierto para comer a las 12 y 40 de la noche, pensamos en pedir una milanesa con fritas, llega el mozo, ¿que se puede comer?, pizza pizza y pizza dice, la cocina esta cerrada, y bueno trae una pizza grande y una cerveza. Una pizza y una cerveza 32 pesos, loco esto es un robo la puta madre.
Conclusion, no se puede comer en Caseros despues de las 12 de la noche un sabado.

viernes, 28 de septiembre de 2007

LAS REUNIONES 1

Creo que las reuniones son lo más ancestral que conservamos, que no pudimos destruir con nuestra razón y evolución, ya no hay un fuego en el centro donde nos reunimos tribalmente a charlar o a escuchar a otro, hoy los fuegos suelen ser un aparato tecnológico, sea una lamparita o un televisor, pero lo importante es la reunión, esa unión de personas que en ese momento dejan su egoísmo de lado, dejan su individualismo y comparten sensaciones en un dialogo, discusión o simplemente en un vaso de alguna bebida espirituosa.

No hay ninguna duda que los tiempos modernos o mejor dicho el sistema actual, busca que perdamos esa parte que todavía conservamos de nuestros antepasados, debido a que las personas reunidas son peligrosas, porque en esos grupos se piensa, se planea y es muy posible que este nuevo ser, capaz de razonar, pueda revelarse. Para revelarse no hace falta gran cosa, simplemente una injusticia, por eso se quiere alimentar al individualismo, alienar al ser humano, deshumanizarlo, es decir, jugá en tu casa con la computadora o por Internet, mirá la televisión sólo pero no salgas de tu hogar, ni para comprar comida, no te reúnas con nadie, que la gente es mala. Nos quieren engañar, nos quieren convencer para que no compartamos nada con nadie, ojo señores, que no nos atrapen con sus ideas, sigamos disfrutando de la reunión, de ese momento y sigamos confabulando contra el sistema, no nos conformemos con poco, ni con mucho, el que se conformo se apaga, comamos un asado y tomemos unos vinos y divaguemos entre palabras sueltas que parecen disparates, pero que siempre hacen centro en algo o al menos llevan a algo y de esta forma nos quedan pequeñas cositas dando vuelta en la cabeza y pensemos, por favor, no dejemos de pensar, no dejemos que nos hagan autómatas de este mundo.

martes, 25 de septiembre de 2007

21 DE SEPTIEMBRE

Es un día como cualquier otro para mí –piensa Aranguren-, sin embargo algo diferente hay, se siente en el aire, en las pelusas que sueltan los plátanos (cierto tipo de árbol que puebla la ciudad), también se denota la presencia de muchos adolescentes en las calles y parques, No cabe duda – vuelve a pensar el poeta – es la primavera.

Como en casi todos los años amaneció nublado y fresco, pero el sol con su gran voluntad se asoma cada tanto, trepa con sus manitos a las nubes, No en todas partes es primavera y no me refiero a la ubicación con respecto al Ecuador, no, en esta misma zona, este día se vive de diferentes maneras; un grupo de pequeños niños o de niños pequeños, asaltan una farmacia, dos niñas con apenas doce años intentan robar un kiosco, para estos nenes no hay primavera y nunca la hubo, quien se atreve a juzgarlos, es el mismo que se las robó.

Aranguren se toma la cabeza con una mano, afuera los otros festejan, tomando vino barato de cartón y fumando calidoscopios de papel, algunos aprovechan la ocasión para vender flores y veneno, los enamorados tienen la excusa de las hormonas para los engaños.

El Dios juega a los naipes, ¿qué carta te toco? – se pregunta sin respuestas- ¿qué primavera es mejor?, la de los parques con descontrol o la de los pibes con paquitos que ya no sienten dolor. Señores, ya nadie sabe que festeja, cual es el motivo, simplemente es un día no lectivo más.

Aranguren está sentado y la brisa le mueve los pelos bajo la boina y se sentencia, Yo llevo la primavera en mí, llevo los recuerdos de la gaseosa, el sándwich de pan lactal y los mates con bizcochos, el picado con los muchachos; llevo tu recuerdo entre sonrisas y caídas al tratar de aprender a andar en bicicleta y darle chocolates y fiambre a los patos del lago. Hoy ya no soy un estudiante y han pasado varios 21 de septiembres, tantos que ya no tengo memoria, Hoy ya no tengo el día libre para visitar Palermo o Centenario, tal vez por eso, para mí es un día más y no pueda separar la realidad que rodea todo y todo afea y los culpables siguen sin aparecer.

Aranguren cierra el cuaderno, el sabio y el filósofo lo miran y no dicen nada, no hay nada que decir.


Gastón Pigliapochi
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miércoles, 12 de septiembre de 2007

08-09-2007

Este es mi viaje, incierto. Pague mi derecho a sentarme y observar, puedo bajarme aca o más adelante, pero ya no puedo hacerlo en la parada anterior, ésa ya pasó, quedó atrás. Y mi don, mi maldito don me lleva a escribir, como si alguien más lo hiciera, entre lo que escribo y pienso hay siempre un defasaje.
Afuera hay una sinfonía de gotas y me siento seco y seguro, pienso cómo sería no pensar tanto, me transformo en un aro de luz que se aleja de mi carne y se transporta por un tendido eléctrico. Me detengo a ver vidrieras que no me reflejan, gente aglomerada bajo los toldos esperando que la lluvia cese y algunos charlan con otros mirando el cielo gris y espeso, me pregunto si estarian en esta situación si hubiese sol, rapidamente me respondo que no y sigo mi camino.
Llego a tu casa, a tu cuarto, y te observo, durmiendo tan profundamente a media tapar, respirando fuerte cada tanto como un suspiro de ensueños y me quedo mirandote, la suerte que tengo en esos momentos de no poder despertarte (romperia todo este encanto); cuando me quedo mirando una pared tapizada en corcho e intento ver que hay en ella, plaf, te despertas, tan hermosa como siempre, como el sol que falta en la calle (porque estaba durmiendo) entonces me voy, me escapo por donde vine y vuelvo a mi cuerpo dormido en un asiento.
Una joven a mi lado, se maquilla con algo que parece piel en polvo, busca por el espejo que tiene alguien que la mire, luego pinta sus labios de rojo y yo la miro, pero su rostro no es el suyo sino el tuyo, se le cae la cajita de piel y se agacha a levantarla. Ahora es ella, muy joven y muy linda, pero escondida detras de un cuadro de Dali con tantos colores y me digo que tu cara es mucho más preciosa, natural sin necesidad de utilizar acuarelas.
Mi viaje se termina, está llegando a donde todos llegamos, dejo de escribir y me aproximo a la puerta, toco el timbre y arriba del colectivo dejo mi sueño, mi deseo y mi ilusion. Paro de llover y el sol gana la partida, tal vez sólo yo vea al sol luego de haberte visitado sin que lo sepas.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

04-09-2007

El rengo intenta correr,
el ciego busca mirar,
el que no tiene que perder
nunca busca ganar.

El mundo gira al reves,
para los que saben porque luchar.
Mi sueño se fue,
pero siempre, siempre volvera.

Vos me hiciste saber,
todo lo que hay en mi.
En tus ojos yo vi,
cielo, aire y mar.

En vos no dejo de pensar,
tu recuerdo vive en mi,
llevo el aroma de tu voz,
nunca te voy a olvidar.