Su cuaderno estaba repleto de tachaduras y de palabras sobre-escritas. Interrumpía las letras para realizar dibujos en los márgenes (inventados), los pintaba con marcadores de colores.
Armaba un mundo mucho más lindo que el que había afuera, en donde el arte era el motor, que en realidad era todo lo que ella era, ella es puro arte, es el arte.
Gastón Pigliapochi