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viernes, 26 de abril de 2019

Insurrección

Apuntan sus armas fatales
corren al choque
se gritan en indefinidas
e inteligibles palabras
abren sus bocas
y clavan en lo profundo
sus lenguas
luchan
caen las ropas
en jirones camuflados
en  la tierra
una cronista penetra
sus manos en los profundos
de las entrepiernas
civiles se revuelcan en
el barro
nudo de personas
un capitán fiel a su formación
se masturba junto a un vaso
whisky y soledad
los Dioses en harapos observan
la insurrección de las almas.


Gastón Pigliapochi

lunes, 13 de agosto de 2018

Muerte digital

me iré dejando casi nada...
un fantasma de ciencia exacta
un nombre perdido
en mares de información.

quedará la primera letra
que te regalé
y la que nunca se podrá
terminar
habrá fotos del que fui;
el pasado para todo acceso

nombres falso, alias previsibles;
historiales culposos
charlas abandonadas, falsas mentiras;
compras realizadas y calificadas.

el olvido me llevará
a las últimas páginas
y a buscadores alternativos
un muro lleno de letras que ni recuerdos serán.

un cuerpo frio, pantallas calientes
energía real, alimento de gusanos;
esperando... la muerte digital.



Gastón Pigliapochi

jueves, 25 de enero de 2018

Sir Paul

Estabamos en una mesa tomando un té, como no podía ser de otra forma (no hay peor cliché). Sir Paul hablaba en español con acento inglés, muy marcado; por un lado yo no tenía idea cómo habíamos llegado ahí; por el otro, la conversación parecía animada. Debo decirles que se pega la biaba, es mucho más canoso de lo que vemos por la televisión. La cosa venía bien, hasta que de atrás de unos papeles que estaban sobre la mesa (no se si estaban desde que aparecimos ahí o aparecieron luego) salió una cucaracha de esas rubias, flacas; atiné a levantar la mano para aplastarla y en ese momento Sir Paul gritó ¡Nou! y la arrastró con su palma hacia el piso, la cucaracha corrió rápidamente. Paul, se levantó de su silla, bebió de un sorbo el té que le quedaba en la taza y se alejó silbando una melodía; encendió un porro y con el mismo fuego prendió unas cortinas.
Me desperté tratando de recordar la melodía, fue imposible. Tampoco sabría que hacer con recordarla, cómo escribirla; Borges decía que Kafka le dictó un poema en un sueño, y no lo corregía en ninguna edición porque ese poema no le pertenecía. Lo cierto es que seguramente aquel veinte de enero Sir Paul Mc Cartney soñó que salvaba a una cucaracha y le entonaba una melodía a un extraño y muy probablemente en la mañana del día siguiente la haya escrito, quiero mi participación en la composición.
Gastón Pigliapochi.

lunes, 8 de enero de 2018

Vale menos

Tu ser vale menos que la bala que te mata
Tu sangre no mancha,
El diario de hoy enciende el fuego de mañana.
Tu condición te arrebata toda acción humana
Mujer, pobre, descalza
Justicia de ricos machitos cuidan sus castas.

Afuera la lluvia ahoga tus sueños, se lleva tu casa;
adentro no importa; no te conocemos y estás lejos,
nosotros tenemos techo.
Te empalan, te cortan, te violan, te matan; nos matan.

La culpa victimaria;
por no salir a tiempo, por no ser sumisa, por no querer,
por no ser hombre en tu karma;

la culpa nuestra de cada día, patriarcal hasta en la almohada.


Gastón Pigliapochi

martes, 19 de diciembre de 2017

18-12-2017

no alcanza la lluvia
para limpiar la sangre en tus manos;
tus juramentos abstractos
a un ser imaginario
carecen de peso

tus balas se acaban
nuestra fuerza va en aumento;
cantan un himno que llama con gloria morir,
los que mueren siempre son otros

no hay gloria sino dolor;
solo hay marketing de libertad
te preocupan las calles rotas, las piedras
y no la sangre que las manchó.

repetís la historia negra en ciclos,
repetís el error, talión se da vuelta
asesinos autorizados, venherados por falsas alcurnias;
a los bolsillos flacos no les importan los bancos
ni las flores en los barrios.

Sos un suicida que quiere acusar de homicidio,
sos lo peor, ni la cara das, ni tus ministros
de ministerios del horror.
El pueblo ya se los demandó, tal vez esperan que lo demande dios.


Gastón Pigliapochi

sábado, 18 de noviembre de 2017

Co lecho

una pierna
dolor de costilla
espalda dura

un brazo,
codo al ojo
calor y transpiración

batalla por la sábana
miedo a la asfixia
golpe en el ojo
en el otro

caida al suelo
abrazos
unión
incomodidad del amor

Gastón Pigliapochi

viernes, 3 de noviembre de 2017

Diluir

Se diluye
la sangre en agua

los sueños
en tu realidad

los planes... la ausencia

días ¿perdidos?
¿nacimos o solo crecimos?

la estaca sostiene tu peso

se diluye
frente a tus ojos
lo que queda rescatable

sólido el vidrio, arena
entre tus manos

se diluye lo que pintamos
lo que pintó... lo que dejamos

se diluye sin morir


Gastón Pigliapochi

martes, 10 de octubre de 2017

Tristeza

Un día clavás la hoja
en lo más profundo,
la tristeza no sale
sangre venas dolor;
la tristeza intacta

no quedan fuerzas para
levantar el cuchillo...
rie la tristeza
o una triste risa
te embarga

no sabés de dónde
viene, aparece,
se instala se
acomoda con
vos
te aplasta, te cansa
no se entiende
ese día toma más
presencia que otros,
melancolía la llaman.

Gastón Pigliapochi

jueves, 24 de agosto de 2017

El desvenado

la lluvia a punto de tocar
su rostro se devanecía
el fuego al acercarse
se consumía.

de sus canillas solo
salia nada, aire ni siquiera
el tocar se volvía
tarea compleja.

él era el ausente,
físicamente imposible.
Limbo extraño
entre tanta gente.

Desaparecido...
ante todos;
miradas ajenas
siempre
hacia otro lado.

Gastón Pigliapochi

viernes, 30 de junio de 2017

He visto

He visto al mundo sostenido por Apolo,
las naves rodear grandes ciudades,
la última estrella apagarse.

He visto el ojo de Urano,
represiones repetidas y olvidadas,
el ayer el hoy y mañana, el aleph.
Todas las artes, todos los mares.

He visto al lobo comerse al lobo,
al hombre boqueando sin aire,
los rayos del sol
quemando la hierba.

He visto el nacimiento y la muerte de todo,
conozco el infinito, el silencio
en el espacio,
la muda gota que flota eterna.

La energía de los cuerpos,
los universos,
el comienzo... el fin.

He visto los espejos sin mi reflejo,
nuevos brotes; ilusiones, el último grito;
el detener de la Luna, el no tiempo.

He visto tus ojos y
será mi único recuerdo.


Gastón Pigliapochi