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martes, 30 de enero de 2007

FANTASMAS 1

Hay oculto en Buenos Aires y supongo que también en el resto del mundo, algo que mantuvo ocupado a muchos especialistas durante largo tiempo, Los Fantasmas; seres que alguna vez tuvieron forma física y que por alguna razón –quién sabe cual—al morir, sus almas quedaron entre estas tierras.A algunos se los puede ver, perpetuos, en cementerios y calles oscuras, en cambio otros habitan en el cuerpo de los vivos (todavía) y más aun en sus cabezas. Por esto podemos entender que aquí algunos ingenieros y psicólogos sean taxistas u otra cosa; médicos y científicos viajen a otras costas, no por mejor remuneración, no, sino porque sus fantasmas fueron seguramente expedicionarios o choferes de grandes personajes históricos.Nadie tiene el poder para negarlos, inclusive quien hace esto, no es más que un fantasma disconforme por su estado actual.
Estos espectros, en su estado como tal, no son malos ni buenos, por no poseer la fuerza-materia para cometer algún crimen o proeza. Lo extraño es que, muy poca gente tuvo la posibilidad de encontrarse o mejor dicho de darse cuenta que habló con un fantasma, también es cierto que esto no es una tarea fácil. Debido a que, si bien el método para descubrir la intervención de estos es sencillo: solo se basa en ver como una persona ha cambiado (en un sentido espiritual y no físico) —Por ejemplo, aquel que hasta hace un mes nos parecía un tipo macanudo y amigable, hoy lo cruzamos y nos parece un hosco y desagradable ser—, es muy complicado saber cuando intervino dicho espectro; cuando lo conocimos por primera vez, es decir que era bueno y sensible, o cuando lo volvimos a cruzar y entonces es malo y frío; este es el problema. También podemos notar como se hacen presentes en personas políticas, como por ejemplo un candidato nos parece justo y honesto, automáticamente pensamos que es la solución para el país, pero, cuando es elegido, llega al poder y no es la misma persona que votamos; esto trae aparejado el problema antes citado, cuándo intervino el fantasma, en la casa Rosada –dicen las malas lenguas, que allí habitan los fantasmas de políticos— o en las campañas pre electorales y realmente conocemos al verdadero candidato cuando dicho fantasma cambia de cuerpo al ganar las elecciones.
Lo citado anteriormente daría a suponer que hay fantasmas que solo persiguen la gloria y cuando la alcanzan dejan ese pobre hombre-cuerpo para buscar a otro, esto es lo que sucede con muchos artistas y cuando el ente los abandona, los infelices quedan estupefactos y no entienden como llegaron allí, pierden el control de sus vidas. He descubierto, que si no hay ningún documento que afirme o niegue la existencia de estos seres es porque alguien o algo se ha encargado de que no sucediera –a mí sin ir más lejos hace un par de minutos, me agarró una lluvia cuando estaba en camino a un lugar tranquilo para poder seguir con mi escritura y estuve a punto de perder la tinta de mis hojas, por suerte el agua no puede borrar mi mente; y esto, estoy seguro, que es la obra de un fantasma superior, que no quiere que se hable o escriba acerca del tema–, además todos aquellos cronistas o interesados que abordaron esta labor, perdieron sus datos o lo que es peor su cordura; por ello, todo lo que se encuentra sobre los fantasmas resultan cosas de poca probabilidad, como lo serán mis notas.
Los espectros actúan generalmente de noche, aun aquellos que están en nuestras almas, de ahí la razón de los sueños, que no son mas que las andanzas del fantasma que habita en nosotros, que al volver al cuerpo se conecta con nuestra mente y quedan esos residuos en ella, también la explicación de los sonámbulos que se levantan a medianoche, esto es debido a que el fantasma por alguna causa (incomprensible por ahora) no se puede desprender de la persona y ya sin ánimo de seguir luchando y cargando con el cuerpo, se vuelve a acostar. La conclusión, amigos míos –seres fantasmagoricos y vivos–, que podemos sacar del tema es que en el interior de todos hay un fantasma en mentes y alma, quizá este humilde aprendiz de escritor, sea el ánima en pena de algún cronista muerto en manos de los moros.
También podemos afirmar que la única forma de liberar a este fantasma o al que poseemos en un determinado momento, es matando a nuestra forma física y de esta manera liberamos dos almas, la nuestra y la del fantasma, pero la muerte debe ser natural y para nada agresiva, de ser así, estas almas serán dos fantasmas en busca de otros cuerpos; por esto que lo único que nos queda por hacer es convivir con ellos, hasta el final de nuestros días.
Hasta aquí llegan mis letras amigos fantasmas, ojala que allá en el infinito del horizonte de Buenos Aires puedan encontrar esperanzas de ser libres.
Gaston Pigliapochi Copyright © - Derechos Reservados. ®

viernes, 26 de enero de 2007

Texto unos años despues del texto para esa persona

Arme mi telaraña de cristal,
Para atrapar al amor,
Pero la puta mosca
De un golpe la rompió.
Y divague en la oscuridad de la soledad.
Todas las ideas y sueños
Ahogados en un tintero de dolor están.
A un costo muy alto a negros mercaderes
Les compre mi libertad.
Con el mismo carmín,
Que ayer me manchaba la ropa,
Hoy mordiendo la copa
Me dijo que no me quería.
Y así el espejo de mi vida
Sin reflejo se quedo.
Y como un vampiro
por las noches voy
Buscando un nuevo verdadero amor.
Sabe la vida que tus manos ya no serán mías.
Sabe la muerte que te deseo la mejor de las suertes.

jueves, 25 de enero de 2007

Texto escrito para las manos de alguien a quien ame mucho


Texto escrito para las manos de alguien a quien ame mucho.

En el abanico de tus párpados,
Descansa el niño que hay en mi,
Protegido por el manto de tu amor,
Refugiado de todo el frió del dolor.
Cada centímetro de tu rostro iluminado
por el sol, rozagante y lleno de esplendor,
Hace bombear mas rápido mi corazón,
Que no aguanta tal hermosa sensación.
Tus manos finas y suaves como algodón,
Envuelven lo poco que soy,
Y transmiten paz y armonía en mi interior,
Como a aquel que encuentra por primera vez a dios.
Es por eso que sos todo lo que quiero,
Y lo que jamás podría en otro sitio encontrar.